Esta aventura comienza con un local vacío en Bilbao, una mujer emprendedora, y grandes dosis de ilusión.
Llegamos a la calle Iparraguirre Nº 34 y nos encontramos un local comercial de pequeñas dimensiones.
Estaba completamente vacío, pero su potencial nos hizo emocionarnos, casi tan rápido como a su nueva propietaria, del futuro espacio que iba a albergar.
Se trataría de una coqueta tienda que ofrecería, en palabras de su propia dueña, cosas bonitas.
A día de hoy, la tienda Las Carolas ya es una realidad. ¡Te la mostramos!
Este ha sido un gran reto.
El espacio debía convertirse en un local muy especial, capaz de transmitir un carácter e identidad propia.
Pero, al mismo tiempo, se trataba de un espacio dedicado a la venta, por lo que debía permitir que cada producto expuesto brillara y destacase frente a cualquier otro elemento.
Analizamos todas las opciones viables y nos pusimos manos a la obra desde Mugarri.
Ideamos una división visual de dos zonas, dotando a cada una de ellas de una estética diferente, pero empastando ambas en una armonía conjunta.
Por un lado, destacamos la parte superior de la tienda.
Esta será la encargada de definir la personalidad del negocio, transmitiendo una fuerte dosis de color, elegancia y mucha energía.
Jugamos con las formas orgánicas originales del techo, y lo revestimos con una fusión de estampados y colores que nos transmiten una dosis de carácter y elegancia nada más entrar al local.
Para ello, combinamos dos papeles de pared de la casa Paper’s. El primero de ellos con motivos naturales y florales, y el segundo formado por flecos recortados.
La mezcla es perfecta, ¿no te parece?
Como parte de este juego de texturas, añadimos un pequeño detalle extra: el color negro. Gracias a él delimitamos espacios y jugamos con la profundidad del local.
Y por último, sumamos un elemento que nunca pasa desapercibido. Uno de esos que te incitan a elevar la vista al techo y dejarte fascinado: la espectacular lámpara de cristal suspendida.
Bajamos la mirada y nos fijamos en la zona baja de la tienda. Esa en la que podemos observarlo todo a primera vista, sin tener que alzar el cuello, y donde están expuestas cada una de las cosas bonitas.
En esta área el objetivo está claro: los productos deben tener el protagonismo total.
Y es que, no debemos olvidar que se trata de una tienda. ¡Tenemos que ver claramente qué es lo que vamos a comprar!
Es por ello que optamos por una base muy neutra para las paredes y las pintamos de color blanco.
De esta forma, la claridad y luminosidad de las baldas permitirán a cada cliente centrarse en los productos expuestos y enamorarse rápidamente de ellos.
¡Todo listo para abrir la persiana!
Desde Mugarri, nuestro papel como decoradoras de interiores para este maravilloso proyecto ha llegado a su fin.
Ahora, deseamos el mayor de los éxitos a su propietaria emprendedora, y estamos deseando volver a la tienda con un nuevo rol: el de clientas.
¡Nos vamos de compras!
