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SALÓN ADARRA

¡El espacio no es un problema!

Esta frase la repetimos en muchas ocasiones a nuestros clientes. Y es que, aunque a primera vista pueda no parecerlo, muchas estancias disponen de potencial para cobrar una nueva vida y satisfacer las necesidades de sus dueños.

 

Te lo demostramos con este salón-comedor.

 

Detalle del salón ADARRA
Detalle del salón ADARRA

Se trata de una estancia de la vivienda que no cuenta con amplias dimensiones. Pero el objetivo estaba claro: debíamos convertirla en un salón-comedor práctico y acogedor.

 

Entre las prioridades de los clientes, encontramos una petición muy importante: querían disponer de una amplia zona de descanso.

 

Poder relajarse en familia y disfrutar de una película cómodamente era imprescindible.

 

¡Y así lo hicimos!

 

Detalle del salón ADARRA

Escogimos un amplio sofá rinconero, con forma de “L” para poder abarcar la máxima superficie posible sin obstaculizar la estancia.

 

Y para aligerar su peso visual, lo seleccionamos en una tonalidad clara y sosegada.

 

Junto a esta pieza, encontramos un pequeño inconveniente con el que contaba la habitación: la presencia de una viga en el techo y dos pilares.

 

Al tratarse de un espacio relativamente pequeño, estos elementos llamaban demasiado la atención. Por ello, optamos por integrarlos al máximo posible para que pasasen desapercibidos.

 

¡Y el resultado no podría gustarnos más!

 

El primero de los pilares, ubicado tras el sofá, lo integramos por completo valiéndonos de dos elementos:

• Un precioso papel de pared firmado por Coordonné, perfecto para lograr una sensación de continuidad total en la pared.

• Revestimiento en madera hasta media altura de la pared, igualando así la superficie y evitando posibles recovecos tras el sofá.

 

Gracias a esta fórmula, el salón cobra una dosis extra de valor estético.

 

¿No te parece?

 

Detalle del salón ADARRA

Ya te lo hemos dicho al principio. Un espacio pequeño también puede presumir de grandes posibilidades. Por ello, no quisimos prescindir de incluir una mesa de comedor en la estancia.

 

Optamos por un diseño de Ondarreta una apuesta siempre segura en nuestros proyectos Mugarri.

 

Gracias a su estructura extensible, esta mesa de cuatro comensales puede moverse al centro del salón y aumentar su tamaño para recibir más invitados.

 

Y una vez hemos finalizada la reunión, la plegamos y devolvemos a su ubicación original. ¡Practicidad ante todo!

 

Detalle del salón ADARRA

En la zona de televisión, la acogedora esencia de este espacio queda también patente en cada una de las piezas escogidas.

 

Repetimos la fórmula previa y vestimos el segundo pilar con un papel de pared, en esta ocasión, con un efecto textil de lo más agradable al tacto.

 

Valiéndonos del mobiliario modular de Lagrama, diseñamos una composición con la que abrazamos el propio pilar, logrando así una integración absoluta y rescatando la belleza de este elemento natural de la propia vivienda.

 

El efecto que conseguimos es fantástico, ¿no te parece?

 

Detalle del salón ADARRA
Detalle del salón ADARRA

Una vez hemos dado forma a los ingredientes principales del proyecto, llega el momento de aderezarlo para lograr un éxito absoluto.

 

Seleccionamos cojines, alfombras, distintos textiles, y detalles decorativos con los que lograr esa esencia tan entrañable de un hogar familiar.

 

En este proceso, continuamos ensalzando la calidez del espacio con tonos neutros, arenas, y pinceladas de color negro.

 

Un equilibrio absoluto de tonalidades con las que dotar de carácter y personalidad la vivienda, ¡sin renunciar a la luminosidad!

 

Detalle del salón ADARRA
Detalle del salón ADARRA

Llegados a este punto, hemos conseguido satisfacer todas las necesidades de los propietarios de esta vivienda. ¡Y lo hemos hecho con creces!

 

Pero esto no ha sido más que el comienzo de nuestra andadura. Una primera frase.

 

Más adelante volveremos para revivir también el resto de estancias del hogar. Y, por su puesto, te lo mostraremos al detalle.

 

MUGARRI TIP:

Al comienzo de este post te mencionábamos la viga estructural que se veía al fondo del salón. ¡Y no nos hemos olvidado de ella!

 

Tras darle un nuevo aire con una capa de pintura, hemos integrado en ella iluminación indirecta.

 

Ahora, no se trata de un elemento que resta valor a la estancia, sino todo lo contrario.

 

Cuando encendemos su luz, conseguimos una dosis de iluminación indirecta que nos permite crear atmósferas de ensueño en nuestro propio hogar.

 

Sabiendo cómo hacerlo, ¡sacar utilidad a cada elemento del hogar es posible!

 

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